Nació en Belén un niño chiquitín
[y] allí de frío tiritando está
entre las pajas de un portal
[y] allí esperando está que un corazón
le de el abrigo de su amor...
Te quiero madre mucho yo
tu fuiste mi primera amor
pero a ese niño que .....está
le quiero mucho mucho más
porque.........................Y ahora la poesía (de un lirismo demoledor)
¡Oh Rosalinda Gutiérrez de las Heras.
Antes cuán bella eras!
Mas el tiempo ha pasado
y qué pinta te ha quedado
Tu pelo antes sedoso
ahora es estropajoso.
Tu boquita de coral
ahora huele a corral
y para dolores de estómago
¡Servetinal, señores,
Servetinal!
Abundando en el tema de las canciones, me ha venido a la cabeza aquella del aprendiz de flautín. He entrado en goggle, que todo lo sabe, y ha aparecido una entrada con la letra, que dice así:
ReplyDeleteVive enfrente de mi casa
Un aprendiz de flautín (de flautín).
Es el travieso Jaimito,
Que no me deja dormir.
Por la mañana solfeo
Y por la tarde sol-flautín (sol-flautín).
Y no me deja tranquilo
El travieso del aprendiz.
Do-Re-Mi-Fa-Sol-La-Si-Do
Si no te sale, vuelve a empezar.
Dale que dale, Do-Re-Mi-Fa...
Gracias, a mi madre, ya muy mayor, le encantó recordarla
DeleteAnonymous soy yo, Carlos; ya pillaré el truco de entrar con un perfil propio...
ReplyDeleteSí, es así pero me parece que cantábamos "su flautín" en lugar de sol-flautín
ReplyDeleteEfectivamente, pero en lo que encontré en internet ponía ese sol-flautín, que suena bastante raro musicalmente hablando. Le preguntaremos a Ane, no obstante (je).
ReplyDeletecon mi familia cantábamos su flautín también
ReplyDeleteNació en Belén un niño chiquitín,
ReplyDeleteMás bello que un Serafín.
Allá de frio tiritando está,
Entre las pajas de un portal,
Allá esperando está que un corazón
Le dé el abrigo de su amor.
Ya no temas el rigor del viento,
Que yo a tu lado velaré tu sueño
Voz de serafines sobre tu portal
El Niño Divino dormidito está
Te quiero mucho madre, mucho yo
Porque tú fuiste mi primer amor,
Pero a ese niño bello y divinal
Le quiero mucho, mucho más
Que dio su sangre a derramar por mí
Y en una cruz ha de morir